
El turismo en Panamá está inmortalizado por aguas azul cielo, playas de arena blanca, bosques tropicales siempre verdes, palmeras que se mecen con el viento, arrecifes de coral y deportes acuáticos solo para mencionar algunos de sus atractivos. El archipiélago San Blas es parte de ese paraíso inmaculado con una rica muestra de todo lo que fue obsequiado a Panamá por la naturaleza. Pero hay una diferencia aquí. Más de 350 diminutas islas conforman el archipiélago y en su mayoría están deshabitadas. La interesante diferencia entre el archipiélago de San Blas y otros archipiélagos panameños es que San Blas está regido por los aborígenes Indios Kuna con muy poca interferencia del territorio principal de Panamá. Estos indios no solo han heredado su idioma, costumbres y cultura de sus antepasados sino que también han adoptado su sistema económico como para demostrar cuán independientes son.
En San Blas, los turistas encontrarán el encanto del viejo mundo desenvolviéndose de maneras inesperadas a pesar de que las islas están ubicadas a escasa distancia de la ciudad de Panamá. Por cerca de $140 dólares es posible volar en Air Panama desde el aeropuerto Airbrook y en solo 40 minutos será transportado atrás en el tiempo 2000 años atrás. Para la verdadera experiencia de San Blas, no obstante, usted deberá adentrarse en las sucias carreteras mientras salta de isla en isla y atraviesa lugares repletos de cabañas o totalmente desolados. O puede subirse en uno de los barcos mercantes de los Kuna. Durante la travesía usted verá pescadores en sus canoas arrojando sus redes al mar esperando tener buena pica. En esta parte del mundo no se conocen las modernas tecnologías para la pesca. Es cierto que aquí hasta la más moderna tecnología resulta obsoleta frente a las habilidades de las mujeres Kuna para tejer sus telas de colores llamadas mola, con las que traen a la vida aves, animales, peces y muchas otras figuras desde sus patios con sus intrincados trabajos de bordado.
Si tiene suerte, puede tener la oportunidad de asistir una de las ceremonias de casamiento más simples del mundo. La boda dura no más de cinco minutos y termina con la abuela repartiendo bollos de pan entre los invitados. Mientras tanto, el novio y la novia son arrojados a una hamaca cuatro veces. Se sorporenderá de saber que ésta es la manera como la gente de San Blas ha vivido por años. Sus leyendas, vestidos coloridos, música y danzas folclóricas todas tienen un sabor particular. No sorprende entonces San Blas recibe una amplia cobertura del National Geographic y que el equipo de Survivor eligió una de las islas de San Blas para dar una fiesta de recompensa a los participantes.
Como el archipiélago y su gente, la comida y el alojamiento en San Blas es simple. Cabañas tradicionales con techo y paredes de hojas de palmera entretejidas brindan una experiencia más que terrenal y una muestra de cómo viven los Kuna.
Además de visitar estos pueblos, los turistas tienen muchas otras opciones en San Blas entre las que podemos mencionar cruceros, asolearse, snorkeling, kayaking y explorar los salvajes bosques tropicales. Para los registros, las revistas Cruising World y Le Monde Voyage consideran a San Blas como uno de los destinos de cruceros más importantes del mundo.
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