
La provincia de Colón en Panamá es una amalgama de historia y cultura embebida en el regazo de la naturaleza. Ningún otro lugar ofrece más valor por cada centavo del turista que Colón. Playas caribeñas, selvas tropicales, santuarios de aves de clase mundial, deportes acuáticos, ruinas coloniales y modernas maravillas de la ingeniería son todo parte de un mismo paquete.
Para el turista ávido, el primer aroma de la historia emana de los fuertes españoles ahora en ruinas que se yerguen como un mórbido recordatorio de la colonización española en la isla. En el momento más álgido del intercambio comercial de España con el resto del mundo, Colón servía como un lugar de descanso para la mercadería de América Latina, en especial el oro y la plata, en su camino a España. Esto convirtió a las ciudades costeras de Nombre de Dios y Portobelo extremadamente ricas y susceptibles a ataques de piratas y saqueos. A pesar de que el Fuerte de San Lorenzo ofrecía a Portobelo un primer nivel de resistencia, los exploradores ingleses saquearon las ciudades costeras caribeñas, arrasando con todo lo que podían antes de incendiar el lugar. Finalmente los españoles fueron obligados a abandonar Panamá y navegar hasta Cabo de Hornos. Las ruinas de Portobelo están entre los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Vea un video
Desde entonces, la provincia de Colón ha sido testigo de subas y bajas económicas en rápida sucesión
El oro una vez llevó a Colón al candelero. Fue la época del descubrimiento de oro en California. Para la gente en la costa este, California estaba separada por todo el territorio de Estados Unidos, que se presumía plagado de peligros. Ir a través del Canal de Panamá era la opción más obvia y pronto se estableció el Ferrocarril de Panamá. Colon, al ser la Terminal del Caribe del ferrocarril, se convirtió en el centro de las actividades comerciales atrayendo a hombres de negocios y emprendedores de todos los rincones del mundo. Los buscadores de oro que se dirigían a California descubrieron una salida más segura a través de Panamá y una vez más Colón floreció. Luego llegó el tren transcontinental de Estados Unidos y Colón pasó al olvido.
Otra oportunidad llegó a Colón bajo la forma del Canal de Panamá. Cuando los franceses empezaron a construir el canal, reconstruyeron la ciudad de Colón en el estilo francés y colonizaron la isla. Luego de que abandonaran el proyecto, los Estados Unidos se hicieron cargo y emplearon a miles de trabajadores de todo el mundo para revivir el canal. El trabajo en el canal progresó por dos décadas y media durante las cuales el bullicio regresó a Colón. Cuando el trabajo en el Canal terminó, miles de personas quedaron desempleadas y el cuadro fue sombrío nuevamente.
A pesar del auge y la caída, cada fase de crecimiento y desarrollo en Panamá dejaron una marca indeleble en el maquillaje cultural y la evolución de Colón. Hoy, estos sitios históricos y ruinas coloniales son testimonio de la actitud invencible de los panameños. Algunos de los sitos históricos más importantes de Colón que le recordarán el esplendor de una era pasada son Portobelo, Fuerte San Lorenzo, el Edificio de Aduanas y el Ferrocarril de Panamá. Para los más espirituales, la provincia posee un museo religioso dedicado a la estatua del Cristo Negro, cuyo mito se extendió por todas las latitudes.
Colón también posee un complejo portuario y de compras donde se venden productos libres de impuestos. La provincia es buscada como destino de cruceros y yates.
A una hora y media en auto de la ciudad de Panamá está la carretera Achiote, un excelente lugar de observación de aves en Panamá. Otra actividad de un día de duración que usted puede reservar es la práctica de kayaking y rafting en las aguas del río Chagres Una de las zonas de mayor atractivo para los visitantes es la zona libre de colon.
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