De chico solía pasar horas en un auto o colectivo. Mi hermana se había mudado de Inglaterra al norte de Gales y siempre íbamos a visitarla 3 o 4 veces al año. Esto era un problema para mí porque sufría terriblemente de malestares al viajar. El viaje llevaba unas 4 horas por carreteras sinuosas y ventosas con un trabajador social loco como chofer. Casi siempre estaba enfermo y siempre como mínimo sentía náuseas.
Algunas veces mi mente estaba lo suficientemente entretenida como para que no pasara hasta haber estado andando por unas cuantas horas. A veces empezaba a los pocos minutos, pero siempre pasaba. A medida que crecía se convirtió en un problema cada vez más vergonzante y trataba de no decir nada sobre sentirme mal o enfermo porque sabía que los demás se iban a preocupar por mí _lo que hacía que me sintiera cada vez peor. Recuerdo una vez que me sentía realmente mal, nadie más lo sabía, mi boca estaba seca y tragaba saliva constantemente porque sentía que iba a vomitar en cualquier momento. De repente, pasamos sobre un puente con un cartel que indicaba que faltaba poco para llegar a nuestro destino. Una sensación de tranquilidad me embargó y el sentimiento de malestar me abandonó. Sabía que mucho de lo que me pasaba estaba solo en mi cabeza!
El mareo por movimiento o por viaje _como es más conocido_ ocurre cuando el cerebro se confunde con el movimiento que experimenta el cuerpo. Los ojos ven quietud en el ambiente pero un órgano cerca del oído, el laberinto, comprometido con nuestro sentido del equilibrio, experimenta movimiento. Esta confusión de sensaciones lleva al cerebro a pensar que está envenenado y para superar el envenenamiento trata de vaciar el estómago.
En los casos de náuseas, la hipnosis puede ayudar al cerebro a desasociarse de cualquier anclaje que haya establecido. Por ejemplo, el olor del coche puede disparar las náuseas aún antes de que éste empiece a moverse. Lo mismo puede ocurrir con algunas situaciones. Se pueden establecer anclajes positivos para asociarlos con las situaciones que producen náuseas; por ejemplo, el aroma del azahar con el viaje en automóvil. Utilizar la hipnosis para visualizar el viaje de antemano también puede al cerebro a practicar experimentar el viaje mientras se siente bien al mismo tiempo. Es importante tener un sentimiento de control sobre la situación (muchas personas que manejan no sufren de mareos por viajes) al menos emocionalmente.
Para más información, desde EEUU, llamar al: 1-888-474-3722 y desde Panamá al: 6924-4213 o enviar email a info@panamatravelcorp
0
Deja una respuesta